El alcalde que defendió un camping en su munucipio

Para aquellos  lectores que no conozcan El Escorial y San lorenzo del Escorial hay que subrayar que al margen de tener una extensión territorial  unida en sus linderos, son dos municipios independientes, aunque con  nombres casi repetidos que tienden, en infinidad de ocasiones a la confusión entre las gentes que visitan estos dos municipios: San lorenzo del Escorial y El Escorial. El primero es donde está ubicado el famoso Monasterio, y el segundo, al que llamamos familiarmente La Villa del Escorial, es el pueblo aborigen que ya existía cuando Felipe II, viajó por estos lugares, buscando un lugar donde construir este magno monumento.

Según los historiadores, Los egregios visitantes hallaron en la villa un reducido poblado de aldeanos que convivían del  ganado y la agricultura. No obstante, el mocarca español se decantó por la parte mas alta de esta sierra madrileña para la construcción de este prodigio de la arquitectura herreriana para levantar la que fue, durante muchos años conocida como la "Octava maravilla del mundo".

Pero yo hoy con mi relato, no quiero adentrarme en los vericuetos de la historia, prefiero que sean los historiadores, bastante mas eruditos  que yo, quienes nos den a conocer los infinitos y aún desconocidos pasajes  de estos increíbles lugares de nuestra sierra: de sus monumentos y de infinidad de acontecimientos que marcaron el destino del mundo.

El repaso que estoy haciendo hoy a mis crónicas de antaño, se refieren  al primer gran tema periodístico que se creó en abril de 1980 cuando una empresa catalana compró unos terrenos en una extensa finca perteneciente al Escorial para ubicar en ella un camping. Esta propiedad  era muy conocida por todos los vecinos de ambos pueblos ya que en ella  era habitual de ver en sus verdes prados hermosos ejemplares de toros de lidia.

El ayuntamiento de El Escorial no puso ningún impedimento a la implantación de dicho camping, pero entonces surgió la polémica cuando se supo de fuentes conocedoras de la trama, que la empresa propietaria estaba vendiendo los terrenos (una practica ilegal en terrenos rústicos) Intervino Coplaco y paralizaron el proyecto. Entonces el alcalde de El Escorial, tomó su vara de mando y dijo que él había dado la licencia y por tanto era legal. Ni que decir tiene yo estuve dando las múltiples noticias que a diario se producían junto con toda la prensa nacional que llenó páginas enteras de aquel espinoso asunto que estuvo dando vueltas entre el alcalde escurialense, el gobierno y la empresa propietaria del famoso camping durante mucho tiempo. Al final este camping se construyó, se abrió - con las parcelas alquiladas como es habitual- y hoy es uno de los mejores camping que operan en nuestro territorio.