lunes, 7 de septiembre de 2015
FRESNEDILLAS DE LA OLIVA
Una familia gitana reconoció con emoción la solidaridad recibida tras incendiarse su vivienda
Por aquellas fechas, una mañana recibí una llamada de mis contactos en Fresnedillas de la Oliva, comunicándome que se había producido un hecho importante que concernía a los vecinos y especialmente a una familia de raza gitana que habitaba desde hacia varios años en el municipio. Como los pormenores del hecho acaecido eran de gran interés periodístico me puse rápidamente en camino y así fue como narré aquel suceso de extraordinario valor humanitario que protagonizaron los vecinos de este municipio:
Se trataba de una familia de raza gitana compuesta por el matrimonio Charo y Agustín y sus tres hijos, Susana de seis años, Almudena de tres (enferma de riñón y oído), y Julio de veinte meses. Una familia de muy escasos recursos económicos que vinieron de la provincia de Toledo buscando un clima mejor para su hija enferma.
Fresnedillas, donde vive gente de extraordinaria humanidad, les acogió normalmente y aquí residían desde hacía dos meses..
Un día, pasada la media noche, un un vecino que pasaba frente a la casa de esta familia, vio que el fuego había hecho presa en el tejado de esta vivienda, dando, rápidamente la voz de alarma consiguiendo que sus moradores pudiesen salir precipitadamente de la vivienda incendiada justo a tiempo de desplomarse el techo de la casa en llamas.
Aquí es donde viene el lado humano comentado por Charo: "Mire Ud. aquella noche nacimos de nuevo todos. Nosotros no nos dimos cuenta hasta que entró aquel muchacho diciéndonos que la casa estaba ardiendo, tuvimos el tiempo justo de recoger a los niños de sus camas antes de ver derrumbarse el tejado. cuando salimos a la calle nos encontramos que el pueblo entero venía en nuestra ayuda. Aquella noche el ayuntamiento nos dio cobijo en el hogar del pensionista que se acababa de inaugurar, y al día siguiente nos dieron casa y recibimos ayuda por parte de todos los vecinos del pueblo. No sabemos como agradecerles toda la ayuda que hemos recibido tanto de ropa como en metálico".
Efectivamente, después supimos que los vecinos, aparte de los muebles y ropa, habían abierto, por suscripción popular, una cuenta en una entidad bancaria para reponer el dinero que este matrimonio tenia en su casa para pagar los gastos del médico de la pequeña que se había quemado en el incendio.
Charo terminaba aquella entrevista con estas palabras: "Mire Ud. yo no sé expresar lo que siento hacia Fresnedillas de la Oliva, por que en todas partes - no sé por qué- los gitanos estamos muy mal vistos; pero aquí todo el mundo se ha portado maravillosamente con nosotros y yo quiero dar las gracias de corazón por sus atenciones y por el trabajo que le han dado a mi marido".
Es hermoso de que a veces surja un caso de solidaridad como este que ocurrió hace varios años a favor de un sector de nuestra sociedad al que se quiere marginar simplemente porque son gitanos.
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