miércoles, 12 de agosto de 2015

El último guerrillero de España ( tercera y última parte)


Así llegamos al final de la entrevista que mantuvimos con Adolfo Lucas Reguilón "Severo Euvel de la Paz", asegurándonos que el estar allí viviendo tranquilamente en su casa, junto a su mujer, fue debido a que los indultos y prerrogativas que le dieron fueron la causa de su libertad.

- ¿Y qué hizo Usted después?
Me vine a Madrid donde estaba mi esposa en casa de su hermano, al que posteriormente meterían en la cárcel. Allí comencé a trabajar, dando clases a grupos, y allí organizamos una cédula del partido, viviendo en comunidad, es decir, juntando nuestras economías y sobreviviendo como mejor podíamos. A mi cuñado le encarcelaron porque recibíamos un boletín inglés con partes de guerra. Yo daba por aquel entonces clases a los hijos del propietario del restaurante Corinto y cuando supe de la detención del hermano de mi mujer escapé pasando a la clandestinidad y escondiéndome en distintos lugares: Casas de amigos o familiares, superando el cerco policial que tenía. Fue ahí cuando nos organizamos en guerrillas para luchar en el monte.

- Así estuvimos cuatro años. Nos preparábamos para provocar una rebelión popular cuando terminase la guerra europea, para derrocar al régimen del general Franco.

- En el monte donde yo estaba, había otros  veinte compañeros, pero en el llano, la cantidad de personas ascendía a cuarenta mil. Hicimos una campaña importante cortando, incluso, las carreteras, recuerdo que en una ocasión llegamos a parar 17 coches, en uno de los cuales iba un diputado francés al que dejamos en libertad.

- Aquello se empezó a ir abajo cuando fue registrado nuestro cuartel general en Madrid, quedándonos al descubierto, y el mazazo final nos lo dieron en 1947, cuando los EE.UU. no aprobaron las sanciones contra Franco.Nos retiramos a Galicia y como yo era  cabeza de la rebelión, me volvieron a condenar a muerte por rebeldía hasta en ocho ocasiones. Por eso tengo el triste record de diez condenas: Dos estando presente y ocho en rebeldía.

En el año 1956, yo había hecho unos cursillos por correspondencia de radio y televisión y daba clases en Galicia además de reparar aparatos de radio. Nunca nos hubiesen cogido de no ser por mi lugarteniente que se quiso casar y no se le ocurrió otra cosa que pedir las amonestaciones al cura del pueblo.

- El nombre llegó a la policía y esta nos detuvo. Como caso curioso , puedo decir que yo estaba dando clases a los hijos de guardias civiles y estos se encontraban encantados con ello. de ahí la cara de sorpresa que pusieron al conocer mi identidad.

La pena capital me la conmutaron por treinta años de cárcel de los que pasé 17, que añadidos a los  cuatro anteriores, suman un total de 21 los que pasé encerrado en las cárceles franquistas. En el año 1972, quedé en libertad definitivamente.

En su retiro dorado del pequeño pueblo de Villa del Prado, donde eligió su residencia, Afolfo Lucas Reguilón, luchó en el campo de la literatura habiendo publicado tres volúmenes, inventó un nuevo método de enseñanza audiovisual, siguió dando clases y publicó en prensa numerosos artículos.
De todas formas- cerro nuestra entrevista con una frase que reflejaba en su mirada la paz conseguida de este viejo luchador. "Me ha quedado una módica pensión como mutilado de la república, para mí  mujer y para mi nos llega".
    

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